Canción en texto y música por Carlos de Avila
Ritmo: Canción Moderna (2020)
Hoy compartimos una causa nacida en la emergencia,
causa primera y necesaria de defensa de la vida;
hoy estamos todos sin excusas, pues han puesto en entredicho
la raíz que nos sustenta, el derecho que da piso
Hemos perdido a tanta gente, que no cabe ya más llanto,
tanto horror en el vacío, con su duelo y su quebranto,
tanto valor y tanto esfuerzo, tanto talento y esperanza
que no logra el cometido y se pierde en el olvido.
Somos un suspiro y un aliento, un anhelo y un latido,
somos un sueño y la esperanza de cumplir nuestro destino.
Porque somos vida y solo vida, que nace, crea y se recrea,
se transforma y se proyecta con la fuerza que nos guía.
Somos el ansia y la aventura que se forja en desafío
que se realiza en el servicio, en el amor y en la empatía.
Hoy en el país se han recargado varios bandos en contienda
que han acudido a la violencia para afianzar su señorío.
Bajo el sino de la guerra y el comercio de la vida y de la muerte
han destruido las raíces y sacrificado a la inocencia.
Y no cabe hacer la diferencia en el valor de los caídos
pues no hay razones que sustenten la atrocidad y el desvarío.
Y se debe superar todo prejuicio, toda visión que justifique
el arbitrio de la vida en poder de los violentos.
Hay que defender cada existencia, cada aporte y su valía
el aprendizaje que nos queda del bagaje de una vida.
Hay que recorrer todo el camino por integrar la diferencia
de cada pueblo y su cultura, de la unidad en lo diverso.
Con la verdad de nuestro empeño nos incumbe la tarea
de demandar a quien concierna el final de la tragedia.
Hay que rasgar en el silencio, con la voz de nuestra entraña
evidenciar los fundamentos que apuntalan la violencia,
conquistar a la apatía, el recelo y el hastío
y marchar a un solo signo en defensa de la vida (bis).
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